Asociación Freytter Elkartea

Episodio Lerber Vasquez 2023

Antropólogo de la Universidad del Magdalena

Antropólogo de la Universidad del Magdalena, especialista en temas de violencia y crimen organizado que ha venido trabajando desde los derechos humanos y los derechos ambientales con las comunidades indígenas, las comunidades afros en la Sierra Nevada de Santa Marta y con las víctimas en defensa del territorio. Docente catedrático en la Universidad del Magdalena y en la Universidad de la Guajira. Por razones de seguridad salió de Colombia y actualmente cursa una maestría en la Universidad de Bonn, y realizando una pasantía de investigación con el Instituto Capaz y con el Arnold Bergstraesser Institute de la Universidad de Friburgo, en el sur de Alemania.

El es, Lerber Dimas Vázquez.

Lerber es un académico conocedor del conflicto en Colombia y desde su reflexión analiza las posibilidades reales para que un gobierno de izquierda pueda establecerse en el país.

Lerber: Creo que están dadas las condiciones para que la izquierda democrática pueda hacer un ejercicio digamos como oportuno en el territorio, digamos que en virtud de que Colombia ha sido básicamente  dirigida por la derecha, en algunos casos la derecha extrema, y esto pues ha generado algunas fricciones muy fuertes en el territorio qu  e ahora siguen siendo evidentes, que se siguen creciendo, que se siguen fortaleciendo y que necesitamos de una visión diferente que entienda lo afro, que entienda al campesino, que entienda al indígena, que dote a las comunidades de garantías, a los líderes de garantías, que permitan que la academia pueda hacer trabajo investigativo.

Cada vez más, en Colombia hemos ido conociendo y entendiendo las particularidades de las violencias infligidas en los territorios y en las comunidades. Lerber ha dedicado muchas horas de investigación, arriesgando incluso su vida, a entender las particularidades del conflicto en el caribe colombiano…

Lerber: El campo de investigación mío es más hacia el Caribe colombiano, y esto básicamente son los siete departamentos que lo comprenden, digamos que hacen parte, menos el Caribe insular, porque el Caribe insular pues tiene unas características diferentes, donde el conflicto se desarrolla de una manera totalmente diferente.

Pero al menos en los siete departamentos que tiene el Caribe colombiano, desde Montería, desde Córdoba, básicamente Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, Magdalena, César, Guajira, es una historia muy ligada al paramilitarismo, es una historia muy ligada al proyecto que creó Jorge 40 que se llamaron las AUC, o lo que él llamó la patria chica, y básicamente fue un deseo inicial de descentralizar el Estado colombiano, el Caribe del Estado colombiano.

Entonces ese mecanismo de descentralización del Caribe colombiano, del Estado, a partir del paramilitarismo, le permitió tener algunos departamentos para hacer laboratorios, entonces, por ejemplo, el departamento del Magdalena es un laboratorio, fue un laboratorio para Jorge 40 en virtud de que allí pudo hacer distritos electorales y también pudo hacer una cosa bien importante que fue la legalización del despojo.

Fragmento "Verdades de Jorge 40" https://www.youtube.com/watch?v=2BTx7PlOrVQ

Según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la paz, INDEPAZ, en el acuerdo de Santafé Ralito, las Autodefensas Unidas de Colombia se comprometieron a desmovilizar a la totalidad de sus miembros antes del 31 de diciembre de 2005, en un proceso gradual que comenzó con la desmovilización el 25 de noviembre de 2003 del Bloque Cacique Nutibara en la ciudad de Medellín. ¿Qué pasó luego de este proceso?

Lerber: Entonces cuando se da todo ese tema del proceso de desmovilización con las AUC, que fue un proceso muy mal llevado, muy mal hecho, pues ese proceso de paz básicamente lo que hizo fue que llevó a unas personas a la cárcel, pero dejó a otros en los territorios, por lo tanto el paramilitarismo nunca se fue, siguió activo en cada uno de los municipios, en cada uno de los departamentos y cuando digamos el mecanismo transicional del proceso de paz empezó a exigir algunas cosas como la reparación, como devolver tierras, como reconocimientos digamos por hechos que se cometieron en el marco del conflicto hacia las comunidades que tenían que repararlas, que tenían que devolverles las tierras, pues allí ya empezó una persecución por parte de los actores que quedaron en los territorios hacia los líderes sociales, hacia los defensores de Derechos Humanos, porque básicamente estaban atacando de alguna manera, o estaban denunciando de alguna manera las afectaciones que se estaban dando en los territorios.

Entonces los grupos paramilitares, o los nuevos grupos paramilitares han entendido de que no necesitan matar 10 o 20 personas como lo hacían en el pasado, saben que pueden matar a una sola persona y esa persona ejerce un liderazgo y como tal, al matar a esa sola persona digamos que la acción dominó recae sobre todo el resto de las personas que están.

Sonido de protestas en Colombia

Entre cientos de casos de persecuciones, amenazas y otras muchas formas de violencia contra las personas que tienen liderazgo en las regiones, y según lo que han expuesto las investigaciones realizadas, se podría considerar que existen algunas características similares en las causas de estas persecuciones...

Lerber: Bueno, ahí hay varias cosas. Primero, es digamos como todo un ejercicio de paramilitarización en el Caribe colombiano que tiene aproximadamente 40 años de existencia, pero ese ejercicio de paramilitarización también está atravesado por los cárteles de la droga que también hacen presencia en los territorios y que se han venido fortaleciendo.

Pero particularmente hay un elemento importante que se llama el paramilitarismo y el paramilitarismo qué fue lo que hizo, construyó un prototipo de persona y al construir un prototipo de persona, un imaginario de personas que tenía que ser digamos católico, católico o cristiano, pero que tenía que tener digamos como una creencia hacia Dios, que tenía que tener una forma de vestir, que no podía consumir cierto tipo de sustancias psicoactivas o alucinógenas, que no estaba permitido por ejemplo ninguna otra forma de identidad de género, nada de ese tipo de cosas, es decir, había como una función muy judeocristiana de la familia tradicional y eso digamos que lo potenció los grupos paramilitares a sangre y fuego, lo que fuera contrario a eso lo mató, lo acabó, lo aniquiló.

Sonido fúnebre. 

Lerber: Lerber. Entonces para resumirlo, básicamente la amenaza más fuerte hacia los líderes sociales, sindicales, defensores de Derechos Humanos en el territorio es básicamente una persecución que se está haciendo porque estas personas están tratando de reivindicar derechos que les fueron usurpados a muchas comunidades dentro de los territorios, y quienes lo están haciendo pues son los mismos que en su momento les quitaron las tierras, o los mataron, o los desplazaron, o los despojaron.

El despojo en Colombia generalmente se asocia a los grupos armados al margen de la ley y a la omisión o complicidad estatal, sin embargo, existe un componente del que poco se habla y que ha tenido gran influencia en el desplazamiento y desaparición de líderes en Colombia, nos referimos a las empresas,  ¿qué relación hay entre los que cometen estos hechos, sean los carteles o los paramilitares y las empresas?

Lerber: Esos actores se entrelazan entre sí muy fácilmente, y hay una cosa por ejemplo que nos dejó el proceso de paz y es que el proceso de paz nos empezó a contar muchas verdades acerca del paramilitarismo y de las venas profundas del paramilitarismo, digamos hasta dónde el paramilitarismo llegó, no solamente en usurpar bienes públicos del Estado, sino también por ejemplo todo el tema de las tierras y las empresas.

Entonces cuando se da la ley de Justicia y paz, la ley de Justicia y paz empieza a contarnos unos hechos particulares sobre unos crímenes que son muy importantes de conocer, es decir, por qué masacraron, por qué mataron, por qué desaparecieron personas, y por qué lo hicieron en la cantidad en que lo hicieron, que eso es muy importante de hacerlo, pero no nos contaron, o cuando empezaron a contarnos por ejemplo de que había muchas empresas, la mayoría de las empresas, casi que todas las empresas, incluso las multinacionales estaban vinculadas al proyecto paramilitar porque favorecieron digamos que se expandiera, pero al mismo tiempo favorecieron su economía y ellas se expandieron como tal porque pudieron comprar tierras baratas, porque tenían mano de obra barata, porque no tenían sindicatos, porque no tenían movimientos sindicales, porque podían explotar la gente sin que los demandarán, sin que les hicieran huelga, sin absolutamente nada, es decir, una explotación legítima, legítima de esclavitud en pleno siglo en el que estamos, y el paramilitarismo apoyó todo eso.

Música

Una situación a todas luces injusta y que amerita investigaciones y acciones en contra de los causantes de la violencia, pero… ¿Qué ha pasado realmente con las investigaciones frente a estos casos? 

Lerber: Cuando el paramilitarismo empezó a contar esas relaciones, paradójicamente no avanzaron las investigaciones, entonces nosotros tuvimos por ejemplo que Chiquita Brands que es una multinacional tuvo relaciones con el paramilitarismo, que empresas nacionales tuvieron relación con el paramilitarismo, que la Drummond tuvo participación con el paramilitarismo, y que hay personas sindicales muertas que eran trabajadores de la Drummond, o que estaban en el sindicato de la Drummond y que personas que trabajaban para la Drummond auspiciaron la muerte de estas personas.

Pero esas investigaciones se quedaron solamente anunciadas y nunca hubo una sentencia condenatoria, ni una investigación.

Sonido salón de clases.

Ante esta situación de amenaza constante, una pregunta que surge es  ¿cómo ha podido la academia acercarse a la investigación y posterior denuncia de estos hechos?

Lerber: Bueno, digamos que yo me he hecho esa reflexión varias veces y creo que la Academia tiene un privilegio en virtud de que tiene redes y cuando los académicos tienen redes, eso de alguna manera digamos que los protege mucho, pero no quiere decir que no esté el riesgo, es decir, yo conozco muchos académicos del Caribe colombiano que han sido amenazados, pero inmediatamente pudieron salir, como también en mi caso, pude salir y un país me recibió, y por supuesto me permite unas garantías para poder seguir trabajando y poder digamos de alguna manera seguir denunciando estos hechos que están pasando en los territorios, pero las personas del común no tienen esa misma posibilidad, ni tienen esos mismos privilegios que puede tener uno en virtud de que conocen personas que se mueven dentro del aspecto académico y por supuesto generan unas redes que de alguna manera favorecen para que a uno no le pase nada y pueda salir del territorio.

Sin embargo, hay una cosa que sí llama mucho la atención y es la forma como se puede hacer investigación a profundidad en los territorios porque básicamente ya hay zonas donde no se puede ir, ya hay temas que no se pueden tocar, y hay temas que no se pueden digamos como que… como que ya las mismas universidades están diciendo “ojo con estos temas que ya no podemos tocarlos”, “ojo con estas salidas del campo”, “ojo con estas tesis de investigación”, “ojo con estos estudiantes”, porque el tema como tal con el rearme del grupo paramilitar, del narcotráfico, está avanzando de manera tan abrupta, tan fuerte, tan desproporcionado, que por supuesto genera un impacto terrible.

Sonido naturaleza.

Y si hablamos del medio ambiente en medio de esta problemática, ¿de qué forma podríamos considerar que se ha visto impactado al cambiarse las lógicas nativas por los imperativos de la explotación de los territorios?

Lerber: El medio ambiente ha jugado un papel determinante dentro de… digamos que dentro de la escala de la violencia grande por varios motivos.

Primero porque hay una cosa que los paramilitares están buscando, que han instaurado, por eso es que te decía ahorita, el paramilitarismo no puede entenderse simplemente como unas personas que disparan y matan personas, porque no funciona de esa manera, el paramilitarismo también es ante todo un mecanismo de proyección política y proyección económica en los territorios, o sea, no es solamente matar.

Entonces el paramilitarismo digamos que pensó el territorio desde hace muchísimo tiempo y lo reorganizó dentro de una cosa que nosotros hemos venido estudiando que se llama el plan de ordenamiento territorial paramilitar, como un  POT en las ciudades, como decir “por aquí van a pasar los puentes”, “por aquí van a abrir las carreteras”, “estas son las zonas donde se pueden construir casas”, “estas son las zonas donde se pueden hacer empresas”, entonces básicamente el paramilitarismo también definió un POT, definió un POT a partir de sus propios ideales, a partir de sus propios aliados y eso particularmente marca el territorio.

Entonces tenemos un plan de ordenamiento territorial paramilitar que ha venido normalmente cambiando la vocación del suelo porque entendió que en el Caribe colombiano hay una cosa que da mucho más plata que el narcotráfico que se llama el oro verde y el oro verde básicamente es la explotación turística de zonas y de sitios arqueológicos, parques naturales, fincas, cabañas, mar, río y todo un potencial enorme que tiene toda la Sierra Nevada de Santa Marta, pero que también lo tienen los Montes de María, que también lo tiene la serranía de San Lucas, que lo tiene la serranía de Abibe, que lo tiene el tapón del Darién, que lo tienen todos esos territorios donde el paramilitarismo es fuerte, que lo tiene el Catatumbo por supuesto, que lo tiene la serranía del Perijá, en el paramilitarismo es fuerte, entonces tiene unos principios, pero que ahí encontró un espacio importante para la vocación o para el cambio de vocación del suelo.

Música

Para cerrar, es importante señalar que Lerber es integrante de un equipo de investigación en torno a estas problemáticas, además, es defensor de derechos humanos, ¿qué hacen él y su equipo frente a las amenazas constantes a los líderes. ¿Cómo se ayuda a darles vida a los líderes?

Lerber: Qué hemos nosotros hecho por ejemplo con la plataforma de defensores de Derechos Humanos de la Sierra Nevada de Santa Marta: estamos tratando de construir un mecanismo que nos permita darle vida a los líderes, ¿por qué darle vida a los líderes?, porque cuando amenazan a un líder social, cuando le llega una amenaza no es un simple rumor, es una amenaza directa contra su vida, a esa persona la van a asesinar, por los procesos que lleva, por lo que implica los procesos que lleva, por las denuncias que está haciendo, por digamos los mecanismos de resistencia que esté creando en su territorio, a esa persona la van a matar, entonces esa persona a qué va, a la Defensoría del Pueblo, o a la policía, o a la alcaldía, y qué es lo que hacen ahí, activan una ruta, pero qué es activar esa ruta, enviar un oficio a la policía, a la Fiscalía y a la Procuraduría para que en ese oficio se investigue la acción de la persona, ya la persona está en riesgo, porque cuando alguien va a poner una denuncia es porque o le llegó un panfleto, o le llegó una amenaza, o intentaron matarlo y necesita una reacción oportuna. Esto tiene unos tiempos institucionales, mientras la carta se va, mientras las responden, ahí puede pasar un mes, ya tenemos un mes en que esta persona está desprotegida.

Y fuera de eso, por ejemplo, va a necesitar por lo menos seis o siete meses, o hasta un año, o hasta más de un año para tener una respuesta de la Unidad Nacional de Protección en virtud de que las amenazas ameriten ponerle un mecanismo de escoltas, o algún carro blindado, o alguna cosa.

Entonces básicamente tenemos una persona que desde el momento en que la amenazan, va a tener por lo menos un año en que no va a tener ningún tipo de acompañamiento, ni ningún tipo de asesoramiento, simplemente le toca moverse como loco, irse de una ciudad para otra, esconderse, o alguna cosa, recurrir a un mecanismo indigno de calidad de vida.

Entonces básicamente lo que nosotros queremos hacer, o lo que estamos haciendo con Pedal es construir un albergue, una casa, nosotros no podemos cambiar las reglas porque es muy difícil cambiar esa política que existe, pero por lo menos cuando a una persona nos la amenazan en un territorio, un indígena, una mujer afro, un campesino, un líder sindical, una mujer trans, nos la van a matar, la acogemos, la tenemos en un albergue y ahí la sostenemos mientras esa persona puede adelantar los procesos burocráticos en Colombia que son

Música

Creditos

Pensando País es un podcast de la Asociación Jorge Adolfo Freytter Romero, en el marco de sus proyectos: Estilo de Vida actual versus Superación generaciones futuras. ODS 12. y Construcciones de Paz en Colombia y América Latina, que cuentan con el apoyo de la Dirección de Víctimas, Derechos Humanos y Diversidad del Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Bilbao.

La locución es de Liliana Valencia Tafur

La adaptación y la producción sonora estuvieron a cargo del equipo de Vokaribe Radio.

Los primeros episodios de Pensando país se produjeron entre diciembre de 2022 y enero de 2023. 

Este podcast fue producido a partir de la entrevista a Lerber Dimas Vásquez, antropólogo colombiano experto en violencia urbana y crimen organizado en la región de la Sierra Nevada, Departamento del Magdalena, realizada por Asiér Tapia Gutierrez. Consultor Investigador de la Asociación Freytter, el 15 de octubre de 2022.