«Gracias al acuerdo de La Habana, he podido ser alcalde»
Exguerrillero de las FARC-EP y alcalde de Turbaco
JULIÁN CONRADO
Exguerrillero de las FARC-EP y alcalde de Turbaco
«Gracias al acuerdo de La Habana, he podido ser alcalde»
En las elecciones municipales de 2019, Guillermo Torres, conocido como Julián Conrado en las filas de las FARC-EP, se hizo con la Alcaldía de Turbaco, su localidad natal, situada a 25 kilómetros de Cartagena de Indias. Apodado «el cantante de las FARC», y siempre con su inseparable guitarra, ha visitado Euskal Herria invitado por la Asociación Freytter Elkartea.
NUEVO GOBIERNO
«Creo que con este nuevo Gobierno, que proclama la paz total, por fin vamos a superar bombardeos, ametrallamientos y tanto desangre para el pueblo colombiano»
ALCALDÍA
«Cuando llegué a la Alcaldía me encontré con un servicio de abastecimiento de agua muy deficiente. Había barrios que llevaban 50 años pidiendo que les resolvieran el problema del agua»
El nombre de Guillermo Torres o Julián Conrado está asociado a la música y a su inseparable guitarra. «No hay lucha de pueblo que no tenga a sus cantores acompañando esas luchas», señala en entrevista telefónica a GARA durante su reciente visita a Euskal Herria de la mano de la Asociación Freytter Elkartea. El 27 de octubre ofreció una conferencia en Bilbo bajo el título de «La paz comienza con justicia social» y fue recibido por el Ayuntamiento de Hernani.
En las elecciones de 2019, ganó la Alcaldía de Turbaco, de unos 70.000 habitantes, tras presentarse con la coalición Colombia Humana de Gustavo Petro. Ha logrado que todas las familias de la localidad tengan acceso al agua potable.
Remarca que pese a las dificultades y a «todos lo muertos que hemos puesto, vale la pena jugársela por la reincorporación». No duda de que con el nuevo Gobierno «será más fácil, porque su propósito no es hacer trizas los acuerdo de paz» de La Habana.
Guillermo Torres o Julián Conrado. ¿Cuál prefiere?
Ambos dos. En mi pueblo, por supuesto, nadie me va a llamar Julián Conrado. Pero mis compañeros de lucha nunca me llaman Guillermo Torres, sino Julián Conrado.
¿Cómo convive con ambas identidades?
El nombre de Julián Conrado es un homenaje que le hago a un amigo y cantor como yo que fue asesinado. Para mí es muy importante no dejar que su nombre quede en el olvido. Y mi propio nombre es el que me pusieron mis padres. Ambos tienen un significado importante. Uno, porque es un nombre de lucha y el otro, porque es un nombre de vida.
Usted participó en los diálogos de La Uribe y el Caguán y estuvo La Habana. ¿Qué balance hace de estos procesos?
Lo más notorio de la etapa de La Uribe fue el genocidio de la Unión Patriótica, uno de los hechos históricos más tristes de Colombia. Fundamos este movimiento para que la insurgencia pasara a ser un movimiento político legal pero el Estado lo impidió a sangre y fuego. Y en el Caguán, después de que se hubiera avanzado tanto, el Gobierno de Andrés Pastrana decidió acabar con la zona de despeje y con la esperanza de paz, agrandando más el charco de sangre que ha dejado el conflicto armado.
Gracias a los acuerdos de La Habana he podido ser alcalde, porque una de las cosas que se acordaron fue la participación política. Con todas las dificultades y todos los muertos que hemos puesto, son un avance. Y van a avanzar más con el apoyo del Gobierno actual.
En lo que va de año han matado a 35 excombatientes. ¿Cómo ve la reincorporación?
Como en todo proceso de paz, la reincorporación tiene sus dificultades. Si nos retrotraemos a las guerrillas liberales de la década de los 50, nos encontramos con los asesinatos de Guadalupe Salcedo y Dumar Aljure. La mayoría de los comuneros reincorporados en 1700 fueron asesinados. Es muy complicado, pero pienso que vale la pena jugársela reincorporándose y seguir trabajando por la paz. Estoy convencido de que con este nuevo Gobierno será más fácil, porque su propósito no es hacer trizas el acuerdo de paz.
¿Haber sido guerrillero sigue siendo un estigma en la sociedad colombiana actual?
Siempre digo que fui guerrillero no porque quise serlo, sino porque me obligaron a serlo negándome todos los espacios legales de participación política. No podemos echar en saco roto la experiencia de lo que pasó con la Unión Patriótica. Mucha gente que llegó a este movimiento político tuvo que irse para la guerrilla porque no tenía otra vía de participación política y de salvar su vida. En Colombia se es guerrillero no por gusto, sino por el terrorismo de Estado que ha imperando durante décadas.
Afirma que la justicia social marcaría el fin del a violencia en términos generales.
Generalmente, cuando se habla de conflicto solo se habla de conflicto armado, pero la causa de éste es el conflicto social, que está atravesado por la pobreza, la miseria, el desempleo, la falta de servicios públicos. Solucionado éste, se acaba el conflicto armado.
Los bombardeos han sido una estrategia de guerra. A usted le dieron por muerto en el ataque, en 2008, contra el campamento de Raúl Reyes en Ecuador.
Me confundieron con otro que se parecía físicamente a mí. Aunque el día anterior al bombardeo sí que estuve ahí. Creo que con este nuevo Gobierno, por fin vamos a superar bombardeos, ametrallamientos y tanto desangre para el pueblo.
En 2015, en una entrevista desde La Habana durante el proceso de conversaciones dijo que esperaba ver pronto a Colombia bailando una cumbia con un nuevo vestido, con el vestido de la paz. ¿Ve ese día más cerca con Petro y su apuesta por la paz total?
La paz no es algo que se decreta, es un proceso complicado. Pero creo que este Gobierno es parte de la confección de ese vestido que Colombia se pondrá en un futuro no muy lejano para bailar en paz. Todo lo que se está haciendo desde el Gobierno para que Colombia sea una sociedad del conocimiento y un país en paz total, hace que aquello que parecía un sueño irrealizable tenga posibilidades de ser real.
En 2019 fue elegido alcalde de su municipio, Turbaco, con el 50,7% de los votos. Ha recibido el premio al Alcalde Solidario e Incluyente de Colombia 2021. ¿Qué supone para usted el hecho de ser alcalde de su propio municipio?
Es un reconocimiento de mi pueblo a la lucha que he mantenido durante toda mi vida, desinteresadamente, por resolver los problemas fundamentales de mi pueblo. Es una Alcaldía que se está haciendo con muchas dificultades. Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido con recursos propios porque es una Alcaldía que, lógicamente, no contaba con el apoyo del Gobierno nacional, ni del Gobierno departamental, ni del consejo. Pero aún así hemos hecho cosas importantes, como revisar todos los contratos de concesión.
Ha conseguido que todos los habitantes tengan acceso al agua potable todos los días.
Cuando llegué a la Alcaldía me encontré con un servicio de abastecimiento de agua muy deficiente. Había barrios que llevaban 50 años pidiendo que les resolvieran el problema del agua y, por fin, después de cinco décadas, en esta Administración hemos resuelto el problema del abastecimiento del agua a importantes comunidades de mi municipio. Después de tantos años ven llegar el chorro del agua a sus casas, pero todavía nos falta. El agua está privatizada, pero como no le debo ni un peso a esta empresa, porque no acepté que nadie me diera un peso para financiar mi campaña, tengo la suficiente autoridad moral para exigirle que extienda las redes a todos los barrios y lo estamos haciendo.
Siempre va acompañado de su guitarra, incluso en tiempos de lucha armada. ¿Qué representa para usted?
La guitarra me acompañó antes de la insurgencia, durante y después. No hay lucha popular que no esté acompañada de música y que no tenga a sus cantores acompañando esas luchas. Las luchas de los chilenos se dieron con el canto de Víctor Jara, las de Venezuela con el de Alí Primera…
Ainara LERTXUNDI| Naiz - Gara.