Asociación Freytter Elkartea
 

II Seminario Internacional Colombia: Víctimas de Estado, Experiencias Jurídicas y Desmonte del Paramilitarismo.

Por Alberto Pinzón Sánchez

La Asociación Freytter con sede en el País Vasco, que toma su nombre del profesor y sindicalista universitario de la Universidad del Atlántico de Barranquilla Jorge Freytter Romero, quien fuera secuestrado por los paramilitares del Bloque Norte de las AUC, torturado y luego fusilado con un tiro en la cabeza, el 29 de agosto del 2001. Tras el éxito del primer I Seminario sobre el exilio y la paz en Colombia, realizado hace un año; esta vez, contando con el apoyo de la Dirección de Derechos Humanos y Atención a Víctimas del Gobierno Vasco, el Área de Derechos Humanos, Convivencia, Cooperación e Interculturalidad del Ayuntamiento de Bilbao, la UPV/EHU (Máster de Estudios Internacionales y Oficina de Cooperación), el sindicato LAB y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Bizkaia, Ekimen Elkartea.
 
Ha invitado a varios intelectuales críticos, expertos y activistas internacionales en justicia transicional y derechos humanos, a participar y debatir este 15 de mayo del 2025, en el II seminario Internacional, convocado bajo el lema “víctimas de Estado, experiencias jurídicas y desmonte del Paramilitarismo en Colombia que se realizará en la Sala Arriaga/Auditorio, Bizkaia Aretoa.
 
Su objetivo central es:
 
Consolidar un espacio de análisis y reflexión interdisciplinar que contribuya al fortalecimiento de la justicia transicional en Colombia, destacando las experiencias jurídicas de las víctimas del Estado, los desafíos inherentes al desmonte del paramilitarismo y su impacto en la construcción de la paz. Se busca articular perspectivas académicas, sociopolíticas y desde los movimientos sociales y políticos; incorporando voces de expertos, actores clave y a la comunidad colombiana en el País Vasco, con el fin de promover la memoria histórica, la solidaridad internacional y el avance de los derechos humanos.
 
Participaran en las mesas los siguientes invitados: 
 
Diversos expertos y representantes de organizaciones clave participarán en el evento, entre ellos, académicos de la UPV/EHU, miembros de la Asociación J.A. Freytter y especialistas en derechos humanos del Gobierno Vasco. También se contará con la presencia de delegados del Consulado de Colombia en Bilbao, así como de organizaciones como Ekimen Elkartea y el Ilustre Colegio de la Abogacía de Bizkaia.
 
El evento reunirá a firmantes de paz en el exilio, víctimas de Estado y activistas estudiantiles y barriales que han encontrado refugio en el País Vasco. Asimismo, se espera la participación de una magistrada de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), junto con destacadas investigadoras en ciudadanía, derechos humanos e Integrante de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas en los Diálogos de La Habana entre el Gobierno Nacional y las FARC-EP.
 
El seminario también contará con la participación de la comunidad colombiana en el País Vasco.
 
Con esta información, quienes llevamos muchos años como víctimas del Estado colombiano en el exilio forzado por los narco-paramilitares oficiales, encontramos que finalmente en el País Vasco y la activa gestión de Jorge Freytter y la asociación que lleva el nombre de su padre ejecutado en indefensión, se ha abierto un muy importante y grande espacio político-práctico que nos permite mirar con cierto optimismo el futuro. 
 
Si bien es cierto que, en Colombia, después del escándalo de la llamada Parapolítica durante los gobiernos de Uribe Vélez, y de los falsos positivos y los miles de fusilamientos gota a gota de firmantes del Acuerdo de paz de la Habana 2016, ocurridos durante los siguientes gobiernos del Uribato (JM Santos y el subpersidente Iván Duque), la oligarquía colombiana o bloque de poder dominante,  con sus diferentes fracciones y sus brazos armados de la fuerza pública, de la fiscalía, de la red de mercenarios legales de la seguridad privada o escoltas y guardaespaldas y el aparato de coerción judicial; ha buscado romper “formalmente” los estrechos y en muchos casos indisolubles vínculos con los llamados narco-paramilitares por ser una situación insostenible.
 
Dada su estrecha unión y dependencia (de todo tipo) con el Gobierno de los EEUU, y su compromiso fanático con la estrategia contrainsurgente emanada desde Washington, no ha podido (o querido) desmontar la estructura narco-paramilitar colombiana por serles funcional, primero para los negocios legales e ilegales y segundo, para ejercer su función fundamental en las localidades de un control social criminal y de terror de tipo contrainsurgente y fascista, que un Estado fallido como el colombiano, reclamado de derecho, con sus instituciones carcomidas no ha podido ni puede brindar.
 
Es así como, con el disfraz de un falso gaitanismo, siguen funcionando con distintos nombres y banderas falsas los mismos perpetradores narco-paramilitares conocidos desde la época del terror de la policía conservadora “Chulavita de los falangistas Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez en 1948. Ahora con nombres “ilegales”, pero de palabra, como grupos de facto, tanto económicos  como de terror y control social como El Clan del Golfo, Clan Úsuga, Los Urabeños, Bloque Héroes de Castaño, oficina de envigado, los chotas, los espartanos, etc,  y ene número de pandillas de los barrios pobres de las ciudades grandes, con los que hacen prestamos gota a gota, venden en las calles los narcóticos (microtráfico), extorsionan pequeños negocios controlan la prostitución y a delincuentes individuales y a otros lumpenes, pero su función principal es continuar ejerciendo el control social a base de terror paramilitar, que garantiza el funcionamiento del Estado contrainsurgente y su bloque de poder dominante a nivel central o nacional. Esto es lo que hay que desmontar definitivamente, para pensar, siquiera, en una paz definitiva en Colombia.
 
Esta es la razón por la que los exiliados víctimas del terror del Estado colombiano, ejercido por los narco-paramilitares oficiales, nos sumamos con optimismo a la realización de este importante evento político-práctico de masas abierto, democrático y transparente, y sobre todo, de carácter internacional donde el brazo largo y terrible del narco-paramilitarismo colombiano con su motosierra, no alcanzará a llegar.         
 

Alberto Pinzón Sánchez