Asociación Freytter Elkartea
 

El Recuerdo de la Mariposa

Esta cartilla no es solo un archivo de nombres: es un espacio para la memoria colectiva. Aquí están reunidas las historias de hombres y mujeres que, tras vivir en medio del conflicto, decidieron reconstruirse frente a comunidades que dudaban, frente a estigmas arraigados, frente a amenazas aún latentes. Son historias de quienes decidieron aprender a confiar. Volver a sembrar, a estudiar y, sobre todo, a tejer proyectos colectivos. Volver a imaginarse una vida posible. Y aunque su muerte duele, su vida inspira. Por eso esta cartilla no está escrita desde la tragedia, sino desde la dignidad. Nos negamos a que su paso por este mundo quede reducido a titulares de prensa o registros judiciales. Merecen ser recordados por sus gestos cotidianos de esperanza, por los proyectos que echaban raíz, por las sonrisas que empezaban a florecer donde antes hubo desconfianza. Al construir esta cartilla descubrimos un dolor silencioso: de muchos apenas sabemos algo más que su nombre. No hay fotos, no hay relatos, no hay huellas visibles. Como si su vida empezara y terminara el día en que fueron asesinados. Ese vacío también es una forma de injusticia: cuando un ser humano queda reducido a una cifra, a un titular rápido, a un “excombatiente más”. Esta cartilla es un acto de resistencia ante el olvido. Donde falte información, ponemos dignidad. Donde no sepamos su historia, afirmamos su existencia. Aunque no tengamos todos los datos, tenemos una certeza: si eligieron la paz, merecen ser recordados en paz. Recordarles no es un mero ejercicio histórico: es una responsabilidad ética. Quienes hoy siguen apostándole a la reincorporación necesitan algo más que garantías jurídicas; necesitan reconocimiento social, empatía real y protección integral. La paz no se sostiene con discursos: se sostiene acompañando vidas. Que esta cartilla sea entonces un acto de cuidado. Un espacio para mirar de frente lo que significa arriesgarse a vivir en paz. Que cada historia aquí escrita nos recuerde que el duelo se transforma en compromiso cuando la memoria se vuelve acción.

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