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Un académico exige justicia a México por ser deportado con engaños a Colombia acusado de terrorismo

Por infobae

Volvió a México porque quiere ser un ejemplo de las consecuencias personales, familiares y políticas que tienen las malas prácticas de deportación.

El colombiano Miguel Ángel Beltrán Villegas fue víctima del sistema de migración y refugio de México. Todo comenzó en 2009, cuando le fue negado el asilo político en el país y se le prohibió entrar a territorio nacional durante 40 años.

En ese entonces, el presidente de Colombia, Álvaro Uribe dio a conocer la captura de quien según él, era un terrorista internacional altamente peligroso con vínculos con las FARC. En realidad, era un hombre que defendía la libertad de expresión e inculcaba el pensamiento crítico en sus alumnos.

Durante su comunicado, declaró que el detenido había sido ubicado en México, tramitando su permiso para realizar estudios de post doctorado en el país. Según lo dicho, se hacía pasar por Jaime Cienfuegos.

Un día antes de que dieran a conocer su detención en Colombia, el 22 de mayo, Miguel Ángel había acudido a las oficinas de migración de México, donde esperaba que le dieran su visa de estudiante. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.

De acuerdo con su testimonio, proporcionado en entrevista para CNN, en el lugar fue obligado a firmar un documento con el que justificaron su expulsión exprés a Colombia. Lo mandaron en un avión directo al país latinoamericano y cuando llegó fue encarcelado por delitos de rebelión y confabulación para ataques terroristas.

El académico tuvo un proceso legal de dos años, del que fue absuelto. Pasaron 5 años, y por una apelación por parte de la Procuraduría de Colombia nuevamente fue procesado y condenado a 8 años de cárcel. Miguel pasó tres años en prisión, hasta que una apelación presentada ante la Corte Suprema lo puso en libertad, pues se demostró que era un caso sin fundamento que no llevó el debido proceso.

Durante el tiempo que duró su litigio, Villegas tuvo que presenciar su destitución como docente de la Universidad Nacional de Colombia. Cargo que le fue regresado hasta a inicios de 2019.

A pesar de que el colombiano vino a México en busca de un lugar de oportunidades y libertades, lo que encontró fue todo lo contrario. Sufrió humillaciones y maltratos por parte de los agentes de migración, quienes ni siquiera le informaron hacía donde lo trasladaban.

La primera vez que lo exoneraron, él y su familia tuvieron que huir a Argentina debido a las constantes amenazas por grupos paramilitares que lo acusaban de ser un guerrillero infiltrado en la universidad.

"Tuve que ir a Argentina, donde se me dio refugio y donde terminé mi post doctorado por dos años. Yo no solicité el estatus de refugiado pero la universidad me dio cobijo para terminar los estudios y estar a salvo de las amenazas paramilitares", declaró Villegas.

Después de 10 años, el académico ha vuelto a México con la esperanza de que el gobierno reconozca el daño causado a él y su familia y haya una reparación integral.

La asociación Sin Fronteras se ha encargado de litigar su caso desde el 2009. Finalmente, se determinó una compensación económica y una disculpa por las irregularidades con las que actuó en Instituto Nacional de Migración (INM).

De acuerdo con él, volvió a México porque quiere ser un ejemplo de las consecuencias personales, familiares y políticas que tienen el se le niegue a alguien el asilo.

"México rompiendo una larga tradición me negó al asilo y vuelvo porque me siento representante de esa gente que le ha pasado lo mismo que a mí.

Vengo a exigirle a México una disculpa y que haya una reparación integral de los daños", dijo en entrevista para CNN.